Por: Guillermo Salas Razo
La ganadería de carne en México, en el contexto socioeconómico, productivo y ambiental que vivimos, no es solo una actividad más: es un sistema complejo que exige un estudio a fondo.
Más allá de su relevancia económica —siendo la tercera industria más importante en el sector de alimentos procesados—, su análisis es vital para entender su impacto en la seguridad alimentaria y el desarrollo rural del país.
Esta industria es un motor que genera empleos y distribuye ingresos, utilizando incluso recursos naturales que no son aptos para otras actividades productivas. Su contribución a la balanza comercial, con la exportación de ganado en pie, subraya su papel fundamental en nuestra economía.
El estudio de este sector es crucial para la formación de profesionales capaces de enfrentar los desafíos actuales, pues debemos proporcionarles nuevas herramientas para optimizar la productividad y rentabilidad de las empresas ganaderas, gestionando costos y mejorando la eficiencia económica.
Un aspecto clave es el bienestar animal, que impacta directamente en la calidad del producto final, pues un manejo adecuado no solo reduce pérdidas, sino que también mejora la calidad de la carne, mientras que un manejo deficiente provoca estrés en los animales, afectando el valor del producto. Este enfoque racional es vital para la sanidad animal, un factor determinante en el comercio de carne a nivel global.
Además, en un contexto de cambio climático, la ganadería de bovinos, aunque considerada un alto generador de gases contaminantes, tiene un potencial inmenso para contribuir a la sostenibilidad ambiental.
Los sistemas de producción innovadores, como los basados en la ganadería regenerativa, pueden transformar esta actividad para que mejore la biodiversidad, capture carbono y prevenga la erosión.
Estudiar estos desafíos es la única vía para encontrar soluciones que mejoren la competitividad del sector frente a las importaciones y para identificar nuevas oportunidades de crecimiento.
Por eso, el estudio profundo de la ganadería de carne es fundamental para asegurar un futuro productivo, rentable y sostenible para México.
Así que, la próxima vez que veamos un plato de carne en la mesa, recordemos que no es simplemente un alimento, sino que detrás de ella, hay toda una ciencia, una economía y un futuro sostenible.
Así que dime: ¿Qué prácticas crees que son las más urgentes para modernizar la ganadería de carne en México?
En la carne que se produce en México, también se produce el futuro de México; #Palabra_de_Nicolaíta.

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