Por: Isidro Galicia/ politics.

Mientras se asoma el ocaso del gobierno de López Obrador, la narrativa de la ilusión y del primermundismo, en particular en el sistema de salud, el país sucumbe ante la rudeza de la realidad. Feminicidios, inseguridad, impunidad y la corrupción que aún persiste en las estructuras de poder del gobierno federal de la falaz «transformación».

Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), uno de los órganos estelares del gobierno obradorista, está bajo sospecha por el millonario desfalco al erario público, y se constituye como el gran hoyo negro de la entelequia transformadora; sin que al momento haya detenciones.

¿ Quién protege a Ignacio Ovalle Fernández, ex titular de Segalmex?. ¿Acaso no fue la promesa neurálgica que sustentó la narrativa del cambio verdadero, el combate frontal a la corrupción gubernamental?.

Quienes conocen el lado más íntimo del presidente Obrador y aquellos que asumieron el sacrificio político, en harás de proteger el «inmaculado» trazo hacia la Presidencia de la República, sabrán que López Obrador no asienta, no autoriza o aprueba con oralidad aquello que compromete la honestidad del movimiento. No es necesario.

Heinrich Popitz, sociólogo alemán, afirmó que el poder se economiza, a tal grado que solo una acción gestual es suficiente para reconocer la autoridad ( o la instrucción). ¿Estaremos cerca del mito de la incorruptibilidad de López Obrador?.