Por: Guillermo salas Razo

La Energía Agrovoltaica es una técnica que combina la producción de energía solar con la actividad agrícola en un mismo espacio, y consiste en la instalación de paneles solares en los campos de cultivo, aprovechando el espacio disponible entre las plantas para generar electricidad.

Esta técnica ha ganado popularidad en los últimos años debido a su potencial para mejorar la sostenibilidad y rentabilidad de las explotaciones agrícolas, especialmente en zonas rurales.

La Energía Agrovoltaica es una extraordinaria alternativa para un Estado con vocación agropecuaria como lo es Michoacán, México; ya que la producción de nuestro campo es una de las principales fuentes de ingresos y empleo en las zonas rurales. Sobre todo, ahora que esta actividad agropecuaria enfrenta a diversos desafíos, como la escasez de agua, el cambio climático y la dependencia de combustibles fósiles para la generación de energía, por lo que la implementación de la Energía Agrovoltaica podría tener un impacto significativo en nuestro sector rural agropecuario.

Adoptar una tecnología como esta podría ayudar a reducir los costos en las unidades de producción agropecuarias al producir su propia energía, con lo que los agricultores podrían disminuir su dependencia de la red eléctrica y, por lo tanto, reducir sus facturas de electricidad.

Otro beneficio importante de la Energía Agrovoltaica sería su impacto en la sostenibilidad ambiental, pues al utilizar esta fuente de energía limpia se reducirían las emisiones de gases de efecto invernadero y se contribuiría a la lucha contra el cambio climático.

También la adopción de esta tecnología se vería reflejada en la seguridad agroalimentaria en Michoacán, pues al mejorar la rentabilidad, los productores del campo podrían invertir en tecnologías y prácticas más sostenibles, lo que a su vez aumentaría la productividad y la calidad de su producción agropecuaria.

Y no hay que dejar de lado el impacto social que tendría en las comunidades rurales de Michoacán la adopción de esta tecnología, pues podría generar empleos para su instalación y mantenimiento, contribuyendo así a la economía local y mejorando la calidad de vida de los habitantes de estas zonas.

Pero para abordar estos desafíos, el Gobierno Estatal debería implementar acciones como:

Programas de capacitación y educación para los productores sobre la Energía Agrovoltaica, donde ellos puedan aprender y comprender de los grandes beneficios de la implementación de esta técnica en sus actividades agropecuarias.

Asistencia financiera a los productores para la instalación de paneles solares en sus unidades de producción, ya sea a través de subsidios, préstamos a bajo interés o incentivos que alienten la adopción de la Energía Agrovoltaica.

Establecimiento de centros demostrativos de Energía Agrovoltaica en diferentes regiones.

Colaboración con Instituciones como la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo para llevar a cabo estudios y proyectos piloto sobre la Energía Agrovoltaica en Michoacán; lo que ayudaría a generar datos y evidencia sobre los beneficios de esta técnica en el Estado.

Promoción y concientización sobre la Energía Agrovoltaica en las comunidades agropecuarias para fomentar su adopción.

E incentivos para empresas y proveedores de esta tecnología para que se establezcan en Michoacán, lo que ayudaría a crear un mercado local para la instalación y mantenimiento de paneles solares en la Entidad y estados vecinos.

Tenemos la oportunidad de generar un impacto local y avanzar hacia un futuro sostenible, no podemos quedarnos atrás, avancemos como Estado hacia una producción responsable con el medio ambiente. La Energía Agrovoltaica es una oportunidad para el futuro y es momento de aprovecharla, #Palabra_de_Nicolaíta.