Por: Guillermo Salas Razo
La creciente crisis digital en México, caracterizada por una disminución significativa en el uso de computadoras, plantea serias preocupaciones sobre el futuro de la innovación en el país. Este fenómeno, coincide con un aumento sustancial en el acceso a internet, que ha alcanzado más del 80% de la población. Sin embargo, este acceso se concentra en dispositivos móviles, dejando de lado a las computadoras, particularmente en contextos académicos cruciales.
El acceso a internet ha transformado la vida cotidiana en México, impulsando actividades como la comunicación, el entretenimiento y el comercio en línea. Aunque estos cambios son en gran medida positivos, existe un contraste preocupante: la disminución del uso de computadoras. Este declive es especialmente notable en el sector educativo, donde estas herramientas son esenciales para el aprendizaje y la investigación.
La Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) pone de relieve esta realidad, señalando una caída pronunciada en el uso de computadoras para actividades académicas. Este descenso limita la exposición de estudiantes a software y herramientas digitales avanzadas, elementos indispensables en un mundo cada vez más centrado en la innovación tecnológica.
Las implicaciones de este fenómeno son enormes. El abandono de las computadoras se refleja en un índice de innovación en México que se encuentra en declive. La correlación entre la falta de habilidades digitales avanzadas entre los jóvenes y el estancamiento del desarrollo tecnológico es innegable. Como resultado, la competitividad de México en el ámbito global se ve comprometida.
Prosperity Data360, un proyecto de datos abiertos del Banco Mundial, refleja esta similitud que tiene el descenso en el índice de innovación global con respecto al descenso del uso de las computadoras en México, lo que sugiere que este no es un problema aislado, sino uno que afecta directamente el potencial económico y tecnológico del país.
Particularmente alarmante es la tendencia entre jóvenes de 18 a 24 años, quienes representan el futuro núcleo innovador de México. La caída en el uso de computadoras en este grupo es menos pronunciada pero igualmente preocupante, dado que es en este grupo donde la educación superior y la formación profesional deberían inculcar habilidades tecnológicas avanzadas. Sin estas habilidades, los futuros innovadores carecen de los recursos necesarios para contribuir al crecimiento económico y al avance tecnológico del país.
Ante este escenario crítico, es esencial considerar acciones inmediatas. La implementación de estrategias que fomenten el uso de computadoras en entornos académicos podría revertir esta tendencia negativa. Mejorar la infraestructura tecnológica, garantizar el acceso a computadoras e internet de alta velocidad en instituciones educativas, desarrollar currículos enfocados en habilidades digitales avanzadas, e incentivar proyectos innovadores son pasos necesarios para reforzar la formación en habilidades digitales.
La disminución en el uso de computadoras entre los jóvenes mexicanos no solo refleja un cambio en los hábitos tecnológicos, sino que también amenaza directamente el futuro de la innovación en el país.
México enfrenta el riesgo de quedarse atrás en la carrera tecnológica global, y sin una intervención decidida, mantener su competitividad se volverá cada vez más difícil. Es vital actuar ahora para garantizar que las futuras generaciones cuenten con las herramientas necesarias para liderar el camino hacia un futuro innovador y próspero, #Palabra_de_Nioclaíta.